Suele suceder que en el fútbol hay escudos dialécticos que sirven como recursos para maquillar lo que en realidad no tiene solución. Pero ese no es el caso de Ricardo Zielinski. El técnico de Atlético se hizo cargo de todo lo mal que jugó su equipo, quizás en una declaración no muy escuchada entre sus pares cuando el barco se hunde en 90 minutos.
“Jugamos un partido malo, de lo peorcito del proceso”, en esa referencia el “Ruso” dijo todo lo que tenía que decir: su Atlético careció de la luz que lo caracteriza y el resultado quedó a la vista. Quizás podría haberse aferrado a errores que después derivaron en dos goles, como la tempranera indecisión de Rodrigo Aliendro, que perdió la pelota. La jugada finalizó en córner para Patronato y éste en el 1-0 parcial. O cuando Bruno Bianchi intentó rechazar al medio del campo y terminó asistiendo a un rival, en otra movida que fue por izquierda y culminó en el 2-0 de los entrerrianos.
Atlético desafinó, fue un desconcierto y su propio director de orquesta recogió el guante. “Hay que bancársela, tenemos que hacer mejores partidos. No nos parecimos en nada a lo que venimos haciendo”, puede haber sido un tirón de orejas para sus dirigidos, además de un acto de honestidad de Zielinski. Se jugó mal y punto.
“A veces un cachetazo viene bien. No hay que perder la humildad”, completó el técnico “decano” antes de subirse al micro que llevó luego al plantel al aeropuerto. Atlético no puede darse el lujo de relajarse, eso está claro.
Hubo una completa coincidencia de que lo que pasó ayer no es algo habitual en este grupo. Se perdió feo, pero hacer mella en este 0-3 y olvidar lo reciente sonaría injusto. Así lo cree Favio Álvarez. “No fuimos el Atlético de siempre, pero este partido tampoco puede desviarnos de todo lo bueno que estamos haciendo. No entramos concentrados en algunas jugadas”, analizó el cordobés.
“Debemos ser autocríticos, nos vamos calientes. Se jugó más por el aire que por el piso, y cuando a los del medio nos pasan por arriba, se nos hace más difícil”, lamentó Álvarez, que ya quiere revancha.